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LYD LANZA LIBRO «LA BUENA EDUCACIÓN» QUE DERRIBA MITOS EXISTENTES

Libertad y Desarrollo lanza esta semana el libro “La buena educación”, en el cual los autores Rodrigo Troncoso, María Paz Arzola y Rosita Camhi derriban algunos mitos que se han instalado en el subconsciente colectivo, aun careciendo de argumento. He aquí algunos de ellos:

-              Mito 1: Para mejorar el desempeño de nuestro sistema basta con inyectar más recursos.

En la última década, el gasto en educación ha crecido de forma continua, llegando a duplicarse en términos reales. Sin embargo, este mayor gasto no se tradujo en un incremento similar en el desempeño escolar medido con los promedios en las pruebas SIMCE. Si consideramos que estas pruebas son la principal forma de diagnosticar cómo están los alumnos en Chile, entonces se podría extraer que la discusión sobre el monto de los recursos es ajena a la de la calidad. Si queremos mejorar el nivel de nuestro sistema educativo, el tema no es cuánto, sino cómo usamos los recursos. El desafío debe ser lograr una mejor administración de los mismos, para conseguir hacer más con lo mismo. De hecho, se tiene que Chile gasta más que el promedio de la OCDE en Educación Escolar como % del PIB, siendo además, superior a países como Japón y Alemania.

Así si bien es necesario destinar más recursos a la educación, es necesario que esto se efectúe ligándolos al logro de una mayor calidad, palabra que ha sido muy poco mencionada en el debate y las peticiones estudiantiles

-              Mito 2: Los colegios con fines de lucro son meras empresas que no se interesan realmente en dar educación de calidad.

Primero, encontramos que una proporción similar de colegios con y sin fines de lucro cobra financiamiento compartido (40% y 37% respectivamente, para el año 2010) y algo muy interesante, pues suena contradictorio, es que la cuota media de los colegios sin fines de lucro es un tanto mayor que la de los con fines de lucro: $18.500 versus $15.000 para el año 2010.

Segundo, se tiene que los colegios con fines de lucro son en su mayoría pequeños. El 80% de estos colegios son únicos, no pertenecen a una red y están formados en su mayoría por profesores. De esta forma, parece poco probable que los dueños de estos colegios busquen llenar sus bolsillos a costa de las familias, pues cobrando bajas mensualidades y atendiendo pocos alumnos es improbable que logren efectivamente enriquecerse.

-              Mito 3: No es compatible la entrega de educación de calidad, con el hecho de que un colegio se haya constituido como corporación con fines de lucro, pues el afán de obtener rentas sobrepasará cualquier intención de obtener un desempeño escolar exitoso.

Con datos de panel encontramos que no hay diferencias persistentes ni significativas en la evolución de los resultados en el SIMCE entre alumnos de colegios Particulares Subvencionados (PS) CON fines de lucro y alumnos de colegios PS SIN fines de lucro. Esto va en línea con la idea de que la calidad no se asocia al hecho de que un colegio se haya constituido como fundación sin fines de lucro o como una corporación con fines de lucro. De hecho, donde sí hay diferencias significativas es al comparar con colegios municipales, pues los alumnos en estos colegios obtienen un peor desempeño que en colegios particulares subvencionados con fines de lucro.

-              Mito 4: Los colegios municipales son mejores que los particulares subvencionados en educar a alumnos más vulnerables.

Usando datos de panel, constatamos que los alumnos que estudian en  colegios particulares subvencionados obtienen mejores resultados a lo largo del tiempo que los que estudian en colegios municipales. Además, y contrario a lo que se suele mencionar en el debate público sin mucho fundamento, se encontró que al distinguir según el grupo socioeconómico del colegio, los particulares subvencionados obtienen los mayores incrementos en puntaje entre los colegios de grupo socioeconómico bajo.

-              Mito 5: Nuestro sistema educativo es altamente segregado, es decir, niños provenientes de distintas realidades rara vez conviven dentro de una misma sala de clases. Esto se explica, en parte, por la existencia de educación particular subvencionada.

Encontramos que, contrario a lo que muchos creen, el sistema particular subvencionado recibe en mayor medida a alumnos de distinto nivel socioeconómico. El año 2009 los colegios particulares subvencionados cobijaban una mayor diversidad de alumnos de acuerdo al origen socioeconómico que los colegios municipales, es decir, que la distribución de alumnos de los primeros es más representativa de la población del país, que la de los segundos, como se muestra en el siguiente cuadro.

-              Mito 6: La existencia de financiamiento compartido provoca segregación socioeconómica en los colegios.

Separando a los colegios según si estos cobran o no financiamiento compartido, se obtiene que son los establecimientos particulares subvencionados que cobran financiamiento compartido los que contribuyen con una mayor diversidad de estudiantes al sistema. La baja diversidad en la educación pública proviene principalmente de la menor participación de alumnos de mayores ingresos. Otra razón está dada por el hecho de que el colegio percibe un costo diferenciado por educar a niños provenientes de distintas realidades socioeconómicas y sin embargo, recibe un ingreso parejo que no toma en cuenta este costo diferenciado. Se podría decir que un alumno proveniente de grupos socioeconómicos bajos representa un costo mayor para el colegio que pretende lograr en él un nivel dado de aprendizaje. En el otro extremo, la enseñanza para alumnos de grupos socioeconómicos altos resulta menos costosa. Este es el motivo por el cual un colegio que pueda escoger a sus alumnos va a preferir recibir alumnos con una mejor base. Si queremos que no haya segregación, la solución está entonces en “emparejar la cancha”, financiando a los alumnos más vulnerables con una subvención mayor y haciendo que el monto de la subvención decrezca para las familias con más recursos. Esto es lo que hace la subvención preferencial que se aplica desde año 2008 y que fue reajustada recientemente y que debiera tener un efecto positivo en mejorar la diversidad en los próximos años.

Entonces para aumentar la diversidad del sistema de educación pública, debemos atraer a todo tipo de alumnos. Esto no se logra eliminando el financiamiento compartido, sino mejorando la calidad, de tal forma que las familias elijan la educación pública, que aquéllos que puedan pagar aporten con recursos al sistema y que así los colegios sean representativos de la diversidad de la población de nuestro país. La educación pública debe volverse una alternativa real para las familias que buscan educación de calidad, independiente del nivel socioeconómico del que provengan.

-              Mito 7: La ineficiencia del sistema de educación pública se solucionará con la desmunicipalización.

La desmunicipalización se ha visto como la solución mágica que salvaría la educación pública. Sin embargo, hay una serie de aspectos que se deben tener en cuenta, como por ejemplo: ¿Quién se hará responsable de los resultados de los colegios?, ¿Quién será el representante en términos de rendición de cuentas?, ¿Tendrá realmente los incentivos para desempeñar adecuadamente la tarea?, ¿Cómo se hará la transición al nuevo sistema?, ¿Qué ocurrirá con los recursos que entregaban los municipios?, ¿Qué pasará con las deudas de arrastre?, ¿Cuál será la relación de los nuevos organismos con la comunidad y con la municipalidad?, etc. Llevar a cabo una reforma de esta magnitud seguramente acabaría con un fracaso comparable a un Transantiago educacional.

Entonces, legislar para terminar con la dependencia municipal de las escuelas sin resolver las cuestiones de fondo sería poco sensato. Lo más adecuado es dejar que opere la institucionalidad actual que fue recién reformulada, ayudándose de los cambios que se están llevando a cabo y de los mayores recursos que se están destinando, pero que todavía no muestran resultados, como la implementación de la Ley SEP, de la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación,  de Agencia y de Calidad y Superintendencia de Educación. A ello se suman los incentivos recién creados para atraer alumnos más talentosos a estudiar pedagogía y para una mejor habilitación de los profesores que ejerzan en el sistema público.

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